Acaba de publicar el Papa Francisco su cuarta Encíclica, sobre el Sagrado Corazón de Jesús. En el Nuevo Testamento la referencia al corazón no es sólo en referencia a las emociones, o a las lágrimas, sino que se dirige a toda la persona, alma y cuerpo.
También dice que donde está tu tesoro allí está tu corazón. Una vez descubierto el amor de Cristo, tras un encuentro personal con Él, el hombre es capaz así de reconocer la dignidad de cada persona. Se puede así intentar amar a los demás.
Una vez más es un mandato esencial del Evangelio: que os améis unos a otros como Yo os he amado.
Se cumplen ahora 350 años de la primera manifestación del Sagrado Corazón de Jesús, a santa Margarita María Alacoque. Me alegra mucho esta publicación que nos recuerda que un hombre vale lo que vale su corazón.
Rafael de Mosteyrín Gordillo