Real vs Virtual en las relaciones

Amor, Noviazgo

Sin Autor

“Te fuiste diciendo que me superaste
Y te conseguiste nueva novia
Lo que ella no sabe es que tú todavía
Me está’ viendo toa’ la’ historia”
(Karol G.).
“Y ahora quieres volver, ya lo suponía
Dándole like a la foto mía”
(Shakira).

Karol G. señala las palabras de nuestro primer epígrafe, y, más tarde, en la misma canción, Shakira afirma las de nuestro segundo epígrafe. ¿Esa actividad virtual es señal de que el hombre sigue enamorado? Es fundamental cuestionar si la presencia constante de alguien en nuestras redes significa que realmente nos ama; o, por el contrario, si el silencio digital es muestra de desinterés. ¡Veamos!

La importancia de diferenciar entre lo real y lo virtual

Las redes sociales pueden crear una ilusión de cercanía y sentimientos que en realidad podrían no existir. Solemos confundir la atención y el seguimiento en redes con verdaderas manifestaciones de amor y compromiso. A menudo, interpretamos los comentarios y, también, los «me gusta» como pruebas de afecto. No obstante, es crucial recordar que las acciones en las redes sociales son más superficiales que eso. Las relaciones auténticas requieren tiempo, esfuerzo y comunicación cara a cara. Estos son los elementos que construyen una conexión verdadera y significativa, no las interacciones digitales. Necesitamos valorar a la persona completa, más allá de su presencia en el ciberespacio.

La psicología detrás de las redes sociales

Desde una perspectiva psicológica, las redes sociales brindan reconocimiento instantáneo y de bajo costo emocional. Obtener likes o comentarios positivos tras publicar una foto puede causar felicidad rápida y momentánea al liberar nuestro cerebro dopamina (la hormona del placer). Aunque esta gratificación no es amor verdadero, puede generar dependencia a las
interacciones en redes, buscándole un sustituto.

Cuando las personas basan su autoimagen y sus relaciones en el mundo virtual, pueden experimentar problemas como ansiedad, inseguridad, depresión y baja autoestima. Esto ocurre porque el amor verdadero no se puede medir por el número de seguidores o la cantidad de reacciones en redes.

El papel de las TIC en las relaciones modernas

Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han cambiado la forma como nos conectamos, pero, también, son capaces de distorsionar nuestra percepción sobre el amor. El acceso a la información y la hiper conectividad pueden generar malentendidos y expectativas poco realistas en las relaciones. En algunas redes sociales, podemos ver quién mira nuestro
contenido sin interactuar. Esto puede confundirse con interés genuino o amor.

Es clave distinguir la actividad en línea de los verdaderos sentimientos de las personas. Un like no siempre significa enamoramiento, ni seguir una cuenta confirma un interés sentimental. Quienes nos valoran lo demuestran con claridad en la vida real.

La importancia de la comunicación genuina

La comunicación activa es fundamental en cualquier relación. El pilar de un vínculo auténtico es el diálogo abierto y honesto. Las redes sociales, aunque útiles para mantener el contacto y tal vez conocer nuevas personas (esto ya implica un riesgo), no deben reemplazar las conversaciones frente a frente, donde se intercambian emociones, ideas, visiones de la vida. Necesitamos relaciones auténticas basadas en valores comunes, voluntad de compromiso y amor verdadero. Son más satisfactorias, duraderas y se construyen en respeto mutuo y propósito compartido. Es crucial fomentar una comunicación profunda y significativa para fortalecer lazos y no quedarnos en malentendidos digitales.

Autenticidad en las relaciones

Conviene destacar la importancia de la autenticidad en las relaciones. En un mundo donde las redes sociales pueden promover la superficialidad, debemos ser fieles a nosotros mismos y a nuestras emociones. El verdadero amor se basa en la aceptación y aprecio a la persona, no en las reacciones a las apariencias que se muestran en línea.

En las redes sociales, solemos vendernos, presentándonos como productos. Subimos fotos con filtros para lucir mejor y defendemos causas populares para quedar bien. En una relación auténtica, no hace falta la máscara. Quien nos ame, lo hará por nuestra esencia, no por una apariencia o ideas afines defendidas superficialmente.


 

Si la gente midiera el amor que nos tenemos con mi esposa a través de nuestra interacción en redes, pensarían que este es casi inexistente. Sin embargo, quienes nos ven en persona, comprueban lo fuerte que es. En nuestra sociedad actual, las redes sociales llegan a todos, es fundamental recordar que la verdadera esencia de una relación va más allá de la pantalla.
Aunque las plataformas digitales ofrecen oportunidades para conectarnos, también, pueden crear ilusiones que desvían nuestra percepción sobre el amor y el compromiso. Al adoptar enfoques conscientes y auténticos, podemos construir relaciones más fuertes y significativas. Estas conexiones, basadas en el respeto mutuo y la comprensión profunda, nos permitirán navegar el complejo paisaje digital sin perder de vista lo que en verdad importa: la esencia de las personas y lo que nos tienen que decir.

Pedro Freile para Ama Fuerte