El Papa escribió personalmente la introducción de “Un cristiano en el corredor de la muerte: mi compromiso con los condenados” de Dale Recinella, un abogado que ha atendido a los presos condenados a muerte en Florida como capellán católico laico durante más de 25 años.
“Dale Racinella ha comprendido verdaderamente y testimonia con su vida, cada vez que cruza el umbral de una prisión, especialmente de aquella que él llama ‘la casa de la muerte’, que el amor de Dios es ilimitado e inconmensurable”, escribe el Papa Francisco.
“Y que incluso el más atroz de nuestros pecados no empaña nuestra identidad a los ojos de Dios: seguimos siendo sus hijos, amados por Él, cuidados por Él y considerados preciosos por Él”.
Cuando propusieron a Recinella atender presos “fueron Susan y los niños quienes citaron a Jesús del Evangelio de Mateo 25 lo que me convenció de que si mi fe realmente guiaba mi vida, Jesús había dicho que cuando visitábamos a los más pequeños en la cárcel, lo visitábamos a él, pero cuando no lo hacíamos, nos negábamos a visitarlo. Así que pensé que debía intentarlo”, explica el abogado.
Un paso más fue atender a los que se encuentran en el corredor de la muerte. “Todos, incluso los que no creían tener fe, cuando se encontraban al final del túnel, todos me han pedido que rece con ellos para que Dios tenga misericordia”.
Fuente: Catholic News Agency