Móviles y espiritualidad

Cambiar el mundo

Jaime Nubiola

He leído con vivo interés el libro de Jonathan Haidt «La generación ansiosa» (Deusto, 2024), cuyo subtítulo en castellano es: «Por qué las redes sociales están causando una epidemia de enfermedades mentales entre nuestros jóvenes». Haidt es un sociólogo concienzudo, experto en este tipo de estudios, y en su libro proporciona datos muy convincentes en apoyo de su tesis. Los efectos padecidos por los jóvenes que entraron en la pubertad a partir del 2007 con un smartphone en la mano resultan devastadores.

Los datos corresponden sobre todo a los Estados Unidos e  Inglaterra, pero muy probablemente pueden extrapolarse sin dificultad a España y a los países latinos. Como todos comprobamos a diario, los niños ya no juegan al aire libre por su cuenta y riesgo sin supervisión por parte de un adulto, pero, en cambio, usan durante muchas horas sus móviles sin ninguna supervisión y esto modifica gravemente su conducta: aislamiento, falta de sueño, fragmentación de la atención y adicción.

Pero quería fijarme en un aspecto aparentemente marginal del libro. Haidt —que se dice ateo (p. 239)— sostiene que los móviles nos están robando la espiritualidad: «La vida basada en el teléfono produce degradación espiritual, no solo a los adolescentes, sino a todos nosotros» (p. 237). Me parece que tiene toda la razón. De hecho, unas páginas más adelante escribe: «Poco antes de su muerte en 1662, el filósofo francés Blaise Pascal, escribió un párrafo que a menudo se parafrasea del siguiente modo «En el corazón del hombre hay un hueco del tamaño de Dios». Creo que tenía razón» (p. 254).

Estas palabras de Jonathan Haidt traían a mi memoria la afirmación del poeta norteamericano Christian Wiman: «Vivimos ahora en un mundo que parece casi diseñado para erradicar la vida interior». Me parece que es así y yo le quitaría el «casi». Por eso pienso que la misión de los creativos, escritores, artistas y profesores es la de ayudar a abrir nuestra cultura al mundo del espíritu con nuestra imaginación y nuestro trabajo.

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* Jaime Nubiola es profesor emérito de Filosofía en la Universidad de Navarra, España.