Una nueva comunidad de religiosos de vida contemplativa se ha instalado desde hace unos días en la ciudad de Burgos. Se trata de una joven comunidad formada por ocho miembros de la Fraternidad Verbum Spei.
Van a ocupar la casa que les han dejado las religiosas calatravas a las que han ayudado con la mudanza. Son tres sacerdotes, tres hermanos en tiempo de profesión temporal y dos novicios.
Ahondando en la espiritualidad dominicana, afirma que se inspiran mucho en ella, aunque tienen rasgos más contemplativos, con dos horas diarias de adoración en comunidad y también mucho arraigo en la oración silenciosa.
Tienen como modelo espiritual a dos santos burgaleses: santo Domingo de Guzmán y S. Rafael Arnaiz.
«Queremos que este monasterio sea un pequeño oasis, un lugar donde te puedes encontrar con Dios, donde adorar, donde orar, donde uno puede descansar con el Señor en paz, donde se puede encontrar con Dios en la oración. También a compartir la Palabra de Dios, nos gusta mucho con los que vienen poder leer la Palabra de Dios juntos, poder meditar el Evangelio del día en común o también escucharlo en silencio y después estamos abiertos a lo que lo que quiera hacer el Espíritu Santo».
«Muchos somos jóvenes, entonces también nos gusta ser parte del reto de la Iglesia de hoy, de transmitir la fe a los jóvenes, a nuestras nuevas generaciones con todo este mundo virtual».
Fuente: Archidiócesis de Burgos