Mamá, hoy me he enterado del diagnóstico: tengo cáncer
No me lo esperaba. A los 4 añitos que tengo lo último que imaginaba es que el doctor, con cara de circunstancias y palabras entrecortadas, comunicara este diagnóstico.
En esos momentos te miré a los ojos, mamá, y lo que vi es Esperanza. Vi que, como llevas haciendo desde que te dijeron: viene una niña, ibas a pelear por mí.
¡Yo sola no puedo!; es más, es imposible que venza a estas células oscuras que quieren acabar con mi sonrisa, pero contigo mamá si es posible.
Por eso hoy te pido que, si has peleado por mí, ahora lo hagas con más fuerza. Sé que te quedan muchas horas de hospital y consultas. De noticias buenas y otras malas. No desfallezcas, vamos a pelear juntas.
Sé que en el cole mis seños están rezando por mí, también mis amigas de mi curso y hasta el otro día rezaron un Rosario para que pronto me pusiera buena y vuelva a clase.
Mamá sólo quería que supieras con esta carta que hoy necesito más tus besos que ayer. Gracias por quererme cada día, porque he podido ver el sol todos estos años, por lo que has peleado por mí.