En Mayo, mes de la Virgen, es cuando cantamos la oración que todos conocemos: VENID Y VAMOS TODOS, CON FLORES A MARÍA QUE MADRE NUESTRA ES.
Pero realmente nos hemos parado a pensar qué tipo de flores son con las que vamos a ELLA? Estoy segura de que no soy la única persona que nunca ha reparado en ello.
El otro día en la Eucaristía es cuando descubrí y entendí cuales son. Esas preciosas y hermosas flores con las que vamos, se llaman: RECONOCIMIENTO Y GRATITUD por como Nuestra Madre, la Virgen María nos arropa, nos protege con su Manto e intercede ante el Señor por nosotros.
ELLA nos cuida con gran amor de Madre, sufriendo por todos cuando nos ve con dolor o perdidos y a la vez alegrándose de todo lo bueno que nos pasa. Bello regalo nos hizo su HIJO cuando le dijo a Juan, el discípulo amado, he ahí a TU MADRE, convirtiéndola con esas palabras en Madre de toda la humanidad.
Lo más hermoso que podemos ofrecer a la más bella flor de nuestro jardín, es nuestro amor, nuestra dicha y todo nuestro ser.
Digámosle a diario: Gracias María por tu FIAT, por tus palabras: HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR.
Y con ojos de amor y confianza como hijos de ELLA que somos, decirla: MARÍA, MÍRAME
Montserrat Ricote