Hace cinco meses en la ciudad de Gaza, Suhail Shadi Abu Dawod, de 18 años, estaba esperando una visa para Italia para comenzar su noviciado en el Instituto del Verbo Encarnado (IVE), cuando estalló la guerra entre Israel y Hamas.
Actualmente es postulante: “Cuando la guerra comenzó e interrumpió mi viaje, sentí una profunda tristeza y decepción. Sin embargo, me di cuenta de que Dios está preparando un don significativo para mí y para el desarrollo de mi vocación. Es parte del plan de Dios. Confío en la guía de Dios y creo firmemente en su gracia para mí”, afirma.
“Mi fe está floreciendo en medio de los desafíos de la guerra, creciendo día a día a través del rezo diario del rosario, la lectura de las historias de vida de los santos y, lo más importante, la meditación cada domingo frente al cuerpo de Cristo. Jesús, siendo la fuente de mi fe, es el fundamento sobre el que pongo toda mi confianza”.
“He aprendido a ser más paciente, especialmente en las cosas que le pido a Dios, reconociendo que él tiene un plan para mí y para las cosas buenas que vendrán en mi camino. También aprendí a priorizar dar amor en lugar de buscar ser amado».
Fuente: Catholic News Agency
