El Obispo de la diócesis de Anse-à-Veau-Miragoâne, a través de los medios vaticanos, pide la liberación de las monjas secuestradas hace unos días por uno de los grupos armados que está poniendo a sangre y fuego al país caribeño y se ha ofrecido en su lugar: «Por favor, tómenme en su lugar. Estoy dispuesto».
«Secuestrar a mujeres que dedican su vida a salvar a los pobres y a los jóvenes es un gesto que verá el juicio de Dios».
Las religiosas secuestradas, por las que piden un rescate de tres millones de euros, siempre han dedicado su tiempo a curar las heridas de uno de los pueblos más pobres del mundo.
Por eso, monseñor Dumas se muestra horrorizado de que los hijos de ese mismo pueblo hayan podido llevar a cabo un gesto que él mismo califica de «inhumano».
Fuente: Vatican News