La ley, en vías de aprobación, convertiría a Canadá en uno de los pocos países que permite a las personas que padecen enfermedades mentales buscar el suicidio asistido a través de un médico.
Esta ley, que entrará en vigor en marzo, ha sido rechazada por muchos profesionales de salud mental porque socava sus esfuerzos para ayudar a sus pacientes y evitar que se suiciden.
Canadá legalizó el suicidio asistido en 2016 y actualmente ofrece el servicio a ciudadanos que padecen enfermedades terminales o trastornos físicos y crónicos, según el NYT. Aproximadamente 13.200 canadienses murieron por suicidio asistido en 2022, un aumento del 31% respecto al año anterior.
Muchos canadienses sienten que la atención debería centrarse en ampliar los servicios de atención psiquiátrica del país, que cuentan con fondos insuficientes.
Está previsto que la ley entre en vigor en marzo de 2024, pero su ratificación podría verse obstaculizada por el parlamento de Canadá
Fuente: Lifenews