Nada parece poder ya impedir que a la bebé de ocho mes Indi Gregory le sea retirada la respiración artificial por orden de la justicia británica, contra de la voluntad de sus padres.
El Tribunal Superior de Londers decidió que el Queen’s Medical Centre de Nottingham (Inglaterra), donde se encuentra ingresada la niña, podía proceder a suspender el tratamiento que la mantiene con vida. Los jueces desestimaron la petición de los padres de trasladarla al Hospital Pediátrico Niño Jesús de Roma, que había aceptado tratarla buscando alternativas a su muerte inmediata. La escusa es que actúan en interés de la menor.
La pequeña padece una enfermedad mitocondrial, raro trastorno metabólico de origen genético que deja sin energía a las células y las daña, produciendo fallos en distintos órganos como los que la pequeña ya padece.
Su padre firma que Indi expresa felicidad y llora como un bebé normal: «Sabemos que tiene una discapacidad, pero no se deja morir a las personas discapacitadas. Solo queremos darle una oportunidad».
Fuente: Religión en Libertad