Familiares, compañeros y amigos abarrotaron la tarde del jueves la iglesia de la Trinidad de Córdoba para despedir a Álvaro Prieto, el joven cordobés que perdió la vida el pasado 12 de octubre en extrañas circunstancias.
El sacerdote que ofició el funeral recordó que «hace justo una semana comenzaba una auténtica pasión, un camino hacia el Calvario donde la esperanza se ha sostenido en la fe en una muestra de amor por parte de todos hacia su familia». «Una espada ha atravesado los corazones de sus padres; era la alegría de su casa y de sus vidas», prosiguió, y concluyó que «Álvaro ha hecho que mucha gente se una para rezar a Dios».
Sus compañeros del equipo de futbol ofrecieron ante el féretro un balón, una bandera y su camiseta.
«Me siento afortunado de poder haber pasado esa última noche contigo y de haber podido recibir ese último: “Te quiero, bro”, sentados en la acera, antes de entrar en la discoteca, que quedará siempre en mi cabeza». «No sabes la de gente que ha rezado por ti. Siempre, siempre provocabas una sonrisa. Era impresionante», concluyó un amigo suyo al final.
Fuente: Alfa y Omega
