En el mundo del coaching, cuya misión es que las personas alcancen sus propios objetivos, se utiliza esta herramienta tan simple y, a la vez, tan poderosa, ya que en poco tiempo se puede descubrir cómo está tu vida en sus distintas parcelas, percibiendo de inmediato las áreas de mejora, donde antes parecían que se mantenían ocultas… o no eras tan consciente de ellas.
Ahora toca trabajar: Reflexiona, brevemente y valora, en una escala de 0 a 5 (el cero sería el centro de la circunferencia) cómo te ves en cada área. Pon un punto en cada segmento y, finalmente, une esos puntos. ¿Qué forma tiene el dibujo resultante? ¿Tiene forma de círculo, bastante grande?
Estas ocho parcelas se podrían condensar en cuatro: Amor, trabajo, amistad y cultura. Estar satisfecho consiste en ser consciente de que eres dueño de tu destino y puedes llegar a mejorar tu vida, poco a poco, disfrutando en el camino, contando con la reflexión (pararte), la decisión (ejecutar los planes de acción) y la valentía (para afrontar los obstáculos, sin dejar de descubrir la verdad).
Te hago algunas preguntas:
– Sobre el Amor: ¿Te sientes querido? ¿Te ves capaz de amar y entregarlo todo? Esto tiene mucho que ver con la persona que decides (o has decidido) querer. Si estás en el periodo de noviazgo, ¿el otro mejora tu vida? Porque lo que el ser humano necesita no es un sucedáneo del amor: Lo que necesita es un amor auténtico, a tope, sin fecha de caducidad.
– Sobre la Amistad: ¿Sabes contar con otras personas que te quieren, que te conocen, y que serán las que podrán decirte lo que te conviene, sin mayor interés que tu mejora personal? Si ya las tienes en la cabeza, ¿cuidas de ellas? ¿Las proteges? ¿Las mimas? ¿Tienes detalles con ellas?
– Sobre la Cultura: ¿Comprendes el mundo en el que vives? ¿Intentas comprenderlo, para luego quererlo y amarlo? ¿Buscas cultivar tu intelecto, con un plan de lecturas, para aprender de los demás, sabiendo que es la única manera de entender mejor la realidad?
– Sobre el Trabajo: ¿Buscas dar sentido a tu vida con tu aportación, con tu esfuerzo y entrega, sabiendo que lo que tú no hagas, no lo hará otro, o al menos, de la misma forma? ¿Comprendes que TÚ tienes una misión espectacular en este mundo y depende de tí hacer que sea una realidad? ¿Qué tipo de profesional quieres ser: los que hacen lo que pide el jefe, o los que, además, buscan aportar soluciones aún sin pedírtelo, ofreciendo una actitud que marca la diferencia?
La felicidad, como oí decir al conocido psiquiatra Enrique Rojas, “consiste en estar contento con uno mismo al comprobar que el proyecto de vida personal va funcionando relativamente bien, y este proyecto tiene que tener en su seno cuatro notas decisivas: el amor, el trabajo, la cultura y la amistad”.