Testimonio del Camino de Santiago de Compostela
Los caminos del Señor son silenciosos, se van colando en nuestra vida poco a poco, hasta que nos dejamos atravesar por Él.
Históricamente el camino de Santiago nos recuerda el paso del Apostól en su misión evangelizadora. Cuando hacemos el camino realmente estamos pisando los mismos senderos por los cuáles Santiago peregrinó. Cada misterio del rosario es una peregrinación en la vida de Cristo, que transforma la vida interior. Y asi como aprendemos a rezar, aprendemos a marchar. El peregrino es aquel que se deja guiar por Dios hacia caminos que no conoce.
No voy a mentir, inicié el viaje con miedo. Sabía que no iba a estar sola, en la teoría, pero en la práctica me cuesta mucho confiar. Sin embargo, Dios en su infinita paciencia, a lo largo del camino me fue diciendo: «Tranquila, yo me ocupo de todo, vos solo escuchame»
| Escuchar: acción de salir al encuentro con el otro |
Yo me preguntaba ¿qué es Señor lo que quieres que escuche? Y la respuesta, simplemente se fue presentando en personas y detalles que podrían pasar desapercibidos. Dios es tan buen padre que se encarga
de entrar sigilosamente a las puertas de nuestro corazon, a veces ni siquiera notamos Su presencia, y otras, Lo atendemos con un banquete.
Durante el peregrinar el Señor se muestra en las cosas mas sencillas que tenemos enfrente: en los paisajes, la naturaleza, el compañero peregrino, en el «¡Buen camino!», ir a misa, dormir en albergues, una guitarreada… poco a poco va implantando en nuestra alma este deseo, esta sed, de Su gracia.
En una de las misas a las que asistimos conocimos una monjita que nos contó que el camino de Santiago tiene tres momentos: pasión, muerte y Resurrección. Y nos dijo «¿Cómo estan para encontrarse con una tumba?» La posta es que con el grupo no sabíamos que contestar, pero no explicó que el fin del camino es el inicio de una nueva vida.
• Pasión: el malestar físico visto como una encrucijada de amor por el camino del calvario.
• Muerte: encuentro de la tumba del Apostol Santiago. Decisión interior de dar muerte a nuestros pecados.
• Resurrección: sentido trascendental de la marcha. Inicio de una vida nueva.
Una de las leyendas cuenta que durante el camino de Santiago se te aparece el Apostól y te da las respuestas que vos necesitas. Obvio que no hay que tomarse las cosas en sentido literal, pero si hay algo muy fuerte en
este peregrinar que hace que comiences y termines como una persona totalmente renovada. Cuando nos dejamos guiar por Dios nos lleva por caminos que ni habíamos imaginado. Siempre nos sorprende con Su gracia.
Una de las cosas que me sostuvo, y hoy lo sigue haciendo, fue una jaculatoria inspirada por el Espíritu Santo, que la repetía dia tras día y me ayudó a llegar a destino:
Que la ligereza del camino sea por Tu gracia, y el dolor físico se remedie en Tu amor.
Pero… ¿Que sentido tiene hacer un camino de hace miles de siglos atras?
«Y descendió sobre cada uno de ellos» (Hc. 2, 3) Asi es, Jesús nos llama a cada uno por nuestro nombre y apellido, otorgandonos una misión, es un desafío abrirle las puertas de nuestro interior, elegirlo a Él cada día.
Hacer el camino de Santiago implica dejarse vencer por Cristo, dejarlo entrar en tu corazón y estar dispuesto a escucharlo. Cada pisada, cada misterio, van transformandonos en una persona nueva. ¡Ojo! capaz no tengamos todas las respuestas de inmediato, ahi esta el desafío de la marcha, día tras día dejar decantar todo en el interior «María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón » (Lc. 2, 19)
En lo personal, cuando «termine» el camino todavía no tenía las respuestas que necesitaba, (o eso creía yo) y
en realidad, cada persona que me crucé, con su testimonio de vida, me fue mostrando eso que Dios quería que hiciera en la mía ¡Ser testigo!
En Fasta por nuestro 60° aniversario tenemos como lema <Nosotros no podemos callar lo que hemos visto y oído> porque realmente el Señor HACE NUEVAS todas las cosas, no importa si sos alto, bajo, hablas en chino o en portugués, por mas de que transites sobre las huellas del Apostól, el Señor te llama a ti ¡con tu historia! ¡con tus talentos! ¡con tus defectos y pecados!
Los tres momentos del camino, el ambiente peregrino, conocer personas de todo el mundo, las misas, llegar a Compostela, el abrazo del Apostól…hacen de esta marcha una santificación diaria.
Y vos ¿te sumas?
Florencia Puleri