El hombre propone y Dios dispone

Cambiar el mundo

Sin Autor

Estos días atrás, a través de la típica frase “es que vas todos los días a Misa”, le decía a un amigo que solemos tender a quitarle valor a los pequeños gestos que forman parte de nuestra vida ordinaria. Pero que, si lo pensamos bien, son los más importantes y necesarios. Sin lo ordinario no podríamos vivir. Y es que tal vez vaya todos los días a Misa, sí, pero es el momento más extraordinario de mi día, sin duda alguna.
.
Os preguntaréis por qué cuento esto, fácil; ¿Cuántos hemos salido a una procesión “porque tocaba”? ¿Cuántos hemos llevado un anda “porque no había nadie”? ¿Cuántos vamos a Misa los domingos “porque así lo dice el Catecismo de la Iglesia”? O ¿»Porque mis padres me obligan”?
.
Pero… ¿os habéis preguntado por qué somos un pueblo que camina por el mundo alegre y confiado? Permitidme deciros que es porque nos sentimos acompañados por el Señor.
.
Y la procesión de este Corpus pasado fue manifiesto de ello. Lo importante no fue acompañar nosotros al Señor, sino que Él nos acompañaba a nosotros (al igual que lo hace todos los días). Fijaos si nos acompaña que fue ni tan siquiera a pesar de la lluvia se fue. Se quedó con nosotros, bajo la lluvia, hasta poder llegar de nuevo a su casa, a nuestra casa, a la iglesia.
.
Una gran catequesis bíblica sobre la Eucaristía y, en general, sobre la fe cristiana la que recibí el día del Corpus. Salimos a la calle, a pesar del agua, precisamente para mostrar a todo el mundo nuestra devoción, en torno a la Eucaristía. Salimos pidiéndole al Señor que se hiciese presente en la vida de todos aquellos que lo contemplaron por las calles y tal vez nunca lo habían visitado en un Sagrario.
.
Una catequesis enorme por parte de ellos, los más pequeños, a quienes los ojos se les inundaron de lágrimas al ver que llovía y no podían vestir con sus flores al Rey de Reyes. Al que sostiene nuestra fe y nuestra vida en el camino hacia el cielo, en ese sencillo sacramento en el cual se oculta el tesoro más valioso que tenemos y que podemos ofrecer a nuestro mundo, que es Cristo.

Yoly @ioo.02