La fuerza del sentimiento de enamoramiento depende de muchas cosas: tu edad, tu manera de ser, lo que has vivido en casa, tu entorno social y cultural y, finalmente, tus elecciones libres. Influyen en ti, pero puedes modificarlas al menos en cierto grado.
No sentir “mariposas” no significa que lo tuyo no es enamoramiento o amor. Sentirlo con fuerza tiene la ventaja de contar con una “señal” y saber con más facilidad que puedes intentar salir con esa persona para conocerla mejor.
Sin embargo, esas señales te equivocarán probablemente más veces. Las personas más “frías” no cuentan con esa señal para saber con más seguridad cuándo salir o no con alguien, pero en cambio se equivocarán menos. Su equivocación es más por no atreverse a salir con alguien cuando en realidad esa relación podría haber salido bien.
