Nuevas detenciones de sacerdotes y medidas administrativas contra la Iglesia en Nicaragua se conocieron en las últimas horas a través de medios de comunicación.
La Policía Nacional explica que las cuentas bancarias de diversas diócesis fueron bloqueadas tras descubrirse en sus actividades «ilícitos que todavía están siendo investigados como parte de una red de lavado de dinero que se ha descubierto», y son considerados actos de traición a la patria.
El Secretario del Episcopado de América Central, monseñor José Antonio Canales –Obispo de Danlí (Honduras)-, en declaraciones a la prensa manifiesta que las situaciones en Nicaragua son “fenómenos inéditos de relación con la Iglesia (…). Han cancelado a miles de ONG, la última la Cruz Roja, universidades, y con la Iglesia no hallan qué hacer y por eso están dando este tipo de manotazos, este tipo de actuaciones hostiles que no son nuevas”.
Por otro lado una capilla ha sido profanada en la localidad de Nindirí. “La acción sacrílega –dice un comunicado- consistió en forzar la seguridad de la puerta y sustraer de la capilla el Sagrario, el cual fue forzado para robar el copón, ultrajando las especies consagradas, las cuales quedaron abandonadas en un predio cercano a la capilla”.
Fuente: Vatican News