María Álvarez de las Asturias está casada y tiene cuatro hijos. Ha trabajado en el Tribunal Eclesíastico en Madrid, también se dedica a dar acompañamiento a matrimonios y familias. Se educó en un ambiente católico, se vivía la fe con bastante naturalidad. No era una fe impuesta. Estudió derecho en Icade y la asignatura que más le gustó es el Derecho Matrimonial Canónico.
Esto coincidió en el tiempo con el momento en conocer a su futuro marido. No tenía una especial vocación al matrimonio en aquella época. “Fuimos viviendo una relación de noviazgo, y supimos que queríamos vivir juntos toda la vida”, explica. Esta asignatura le daba mucha más formación para vivir mejor ese noviazgo incipiente. El derecho matrimonial civil le llamaba la atención pero no se veía capaz que acompañar a personas en una ruptura matrimonial. “Las rupturas se me hacían muy duras y no encontraba mi lugar profesional”, sostiene.