Si todavía no conoces al matrimonio formado por Alejandro y Águeda, ésta es tu oportunidad.
Águeda tiene ELA, y habla con cierta dificultad pero da un testimonio preciosísimo de amor a Dios y a su familia en el sufrimiento de la enfermedad que padece, que es durísima.
Ha abrazado la Cruz de una forma impresionante y ha conseguido la conversión de Alejandro y su familia.