Kelly Allen es consagrada de Regnum Christi y lleva ya 24 años de consagrada. Viene a contarnos su testimonio de cómo Dios la llamó a esta preciosa vocación. Su familia, cuenta, parecía una familia perfecta. Más adelante se dio cuenta que no lo era. Un camino donde aprendió a mirar a su familia desde los ojos de Dios. Su padre era una persona que no se había bautizado, su vida era dinero, viajes, mujeres. En un viaje que hizo a California se hizo la pregunta de que la vida tenía que ser algo más de lo que estaba viviendo.
En este momento decidió que quería ser padre, así nació su hermana mayor. Ese nacimiento transformó su vida, pero aún así sabía que había algo más.
Testimonio gracias a El Rosario de las 11 pm