Por Alejandro Montoro
@alex99_mg
Vivir esta Semana Santa deteniéndonos por, para y ante Él. Este tiempo que acabamos de Cuaresma es el momento ideal de hacer algo para lo que nunca tenemos tiempo: DETENERNOS.
Detenernos para prepararnos, porque se acerca la Pascua de Resurrección.
Detenernos para ayunar, de todo aquello que nos aleja de Él.
Detenernos para lidiar con nuestros éxitos y fracasos, reflexionando sobre si verdaderamente son tan nuestros.
Detenernos para agradecer que Dios nos haya hecho reír, para que otros puedan reír con nosotros, ya que Él devuelve los motivos.
Detenernos para pedir por los que sufren el drama de la guerra o la persecución.
Detenernos para buscar, para reconocer dónde poner el foco de nuestro día a día.
Detenernos para encaminarnos hacia la serenidad, la confianza y la esperanza.
Detenernos para contemplar a María, porque no hay mejor escalera al cielo.
Detenernos para escuchar el Evangelio, y seguir escribiéndolo en nuestras vidas.
En definitiva, detenernos para sonreír, y para amar como hizo Él: hasta el extremo y a fondo perdido.
Alejandro Montoro
@alex99_mg