Vivir la Cuaresma es ponerse en camino y es entender que ese camino, el mismo de Jesús, lleva a la Pascua, a la luz de la Resurrección, sin embargo, el corazón de la Cuaresma, y del cristiano, es la Cruz de Jesús.
¡A tomar tu Cruz y a seguirme! A eso nos invita el Maestro de Nazaret, a hacer el camino del discípulo, a entender que a Jesús no solo hay que seguirlo hasta la multiplicación de los panes y los peces, hay que seguirlo hasta la Cruz. Libre y voluntariamente como Él mismo lo hizo.
El discípulo amado y nuestra Madre María lo entendieron, sabían que seguir a Jesús es camino de la Cruz, de salir de su ‘zona de confort’, que la Cruz es el lugar privilegiado para encontrarse con Dios y que ahí se manifiesta la libertad de la resurrección.
En esta Cuaresma ponte en camino, carga con tu Cruz para que puedas disfrutar de la luz de la Pascua con el Maestro y…. ¡Animo, es el mismo Jesús el que la carga contigo!
Alejandro Botero Padaui
Asociación Catolica Civitas Dei