Por Maika Hoyos
En la segunda catequesis de teología del cuerpo de San Juan Pablo II encontramos una clave muy importante para la sanación.
Es con respecto al Criterio que se utiliza para determinar cuál es nuestra autoridad a la hora de consultar qué es la verdad. Los fariseos le dicen a Jesús que el divorcio está permitido por Dios porque aparece el repudio en la ley de Moisés. Para ellos Moisés simboliza la verdad sobre Dios. Sin embargo Jesús les enseña a buscar otro criterio de autoridad más profundo y más próximo a la verdad, que es buscar la intención de Dios en las escrituras que había antes que Moisés.
La frase cumbre que resume esta enseñanza es “al principio no fue así” en Génesis 2,24.
Además, cronológicamente el segundo relato de la creación del hombre en el génesis se escribió antes que el primer relato (en el que habla de la creación del universo). Por tanto, la escritura más antigua de palabra de Dios es el segundo relato del génesis que es el que Jesús les estaba citando como criterio de autoridad para buscar la verdad.
Esto es clave desde el punto de vista de la sanación. Es necesario encontrar un buen criterio de autoridad al que acudir para saber cuál es la verdad. Porque la verdad os hará libres.
El que vive en la mentira se aproxima más al reino del demonio, que es el príncipe de la mentira. Sin embargo, el que se acerca más a la verdad, vive de un modo más profundo en el Reino de los cielos; por eso es tan importante saber cuál es el criterio de autoridad al que debemos dirigirnos para encontrar la verdad. Porque la verdad es Jesucristo, Camino, Verdad y Vida.