Hoy muchos de nosotros habremos tenido un día lleno de sorpresas. Igual que los Magos porque para ellos cuando se inicio el camino que, al final, les llevo a Belén no imaginaban que estaba lleno de peligros, incertidumbres y desiertos.
A veces cuando leemos los libros, hasta el evangelio, nos imaginamos una vida llena de momentos románticos sin pararnos a considerar que Jesús paso muchas noches durmiendo al raso. El camino, la vida, esta llena de momentos fantásticos, pero también de sus grandes desiertos que, en ocasiones, pueden ser muy áridos.
Al final la novena, también la de nuestra vida, termina bien, pero no olvidemos la lección de los Magos que antes de llegar al pesebre pasaron las muchas penurias que supone dejar un hogar para emprender caminos desconocidos.