¿Dónde se habla de sanación en la Teología del Cuerpo?

Catequesis

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Por Maika Hoyos

La teología del cuerpo está constituida por más de cien catequesis de los miércoles de Juan Pablo II. Fueron escritas para preparar el Sínodo de los obispos sobre la misión de la familia cristiana, pero no era ese el único motivo sino también profundizar en las raíces profundas de este tema. La teología del cuerpo originalmente tuvo por título “catequesis del amor humano”.

Para hablar de la familia cristiana las catequesis se centran en el origen de la familia desde el principio de la creación del ser humano; porque el fundamento básico es comparar la actualidad con el principio de todo.

La expresión “desde el principio” la utilizó Jesucristo dos veces al hablar con los fariseos en el Evangelio de San Mateo y en el de San Marcos. En esa ocasión le preguntaron sobre el divorcio o repudio. Los fariseos le daban autoridad a Moisés y por eso criticaban a Jesús, porque Moisés había permitido el divorcio. Pero Jesús se remite a una autoridad que está por encima de la autoridad de Moisés, la autoridad de Dios mismo.

Jesús les dice “por la dureza de vuestro corazón os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres, pero al principio no fue así”. Cristo saca la conclusión y cierra la conversación porque se remite a la revelación más antigua, el libro del Génesis que tenía más autoridad que Moisés.

Por tanto el “principio” significa lo que había en el libro del Génesis, es decir lo que Dios instituyó por su voluntad divina. Y resulta, que “al principio” el creador los hizo hombre y mujer. Y el Génesis 2,24 nos dice “por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y vendrán a ser los dos una sola carne”.

Jesús al citar estas palabras les da un significado de norma es decir de regla de vida. Pero Jesús es más explícito que el Génesis porque le pone un añadido y esto es lo que añade: “de manera que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios unió no lo separe el hombre”.

“de manera que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios unió no lo separe el hombre”.

Dios es más antiguo que Moisés, por tanto la Palabra de Dios expresada en el Génesis enuncia el principio de la indisolubilidad del matrimonio y con esto Jesús zanja la conversación con una norma determinante. Jesús vino a explicar a los que estaban desviados que hay una ley eterna instituida por Dios y es la ley primordial del Creador, que tiene autoridad misma por ser el primer legislador. Así ayuda a reflexionar sobre el modo en el que Dios nos ha dejado sus indicaciones de vida.

En la teología del cuerpo, por tanto, se van a utilizar esas comparaciones con “el principio” para poder conocer las desviaciones de comportamiento que tenemos también los que vivimos en la actualidad. La teología del cuerpo está muy de moda porque ahora mismo se está atacando muchísimo a la familia, al hombre y a la mujer, a la idea de la sexualidad y de las relaciones, para desviar a las nuevas generaciones y llevarlas a un concepto de vida totalmente erróneo respecto de la propia naturaleza de la familia y de la persona.

Por eso la teología del cuerpo ayuda a comprender en profundidad el concepto original, es decir el diseño de Dios y así poder enderezar las ideas erróneas que cada uno tenga.

La consecuencia maravillosa de enderezar los errores es que las personas obtienen una sanación objetiva de sus heridas espirituales. Esto sucede porque Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida y por eso, al recuperar la verdad, nos acercamos más a Jesucristo y eso nos sana porque nos convertimos “por la renovación de la mente” en vez de adaptarnos a lo que nos dice el mundo (Romanos 12,2) y nos acercamos a lo que dice Dios.