D. Manuel Martínez, sacerdote español que estaba en Nairobi (Kenia) ha fallecido cuando estaba haciendo una excursión. Marina, su sobrina, no ha podido evitar escribirle esta carta:
Hola querido tío. No sé bien por qué escribo esto pero necesito decírtelo: ¡Qué pronto te has ido! Estamos todos destrozados y todavía no nos creemos que no estés ya con nosotros.
Sé que no hemos pasado mucho tiempo juntos, porque te fuiste joven de España, pero siempre te he sentido muy cerca. Tu especialidad ha sido siempre acompañarnos a todos con discreción, sin que nos diéramos cuenta de que velabas por cada uno nosotros. Has sido y eres el pegamento que une a esta familia y de la manera más sencilla del mundo: con bondad y con oración.
En los momentos que he compartido contigo, que son muchísimos menos de los que me hubiera gustado, me has enseñado muchas cosas. Estoy segura que, como lo hacías todo con sencillez y naturalidad, ni siquiera te diste cuenta de las lecciones tan grandes que nos dabas a todos.
Sigue enseñándonos a amar sin condición y a exprimir la vida al máximo. Que esta situación no nos cause miedo a gastarnos por los demás, porque nos has demostrado que vale la pena.
Gracias por tu vida. Te queremos.
Marina Bazarra Martínez