Este pasado verano hemos podido vivir una experiencia única, con @behakuna, viajando a Tierra Santa, 320 locos por seguir a Cristo, caminando, rezando, sintiendo sed, abrazando, disfrutando, amando… por donde Él caminó, rezó, sintió sed, y disfrutó, abrazó y amó.
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Ha sido todo una locura: rezar en el mar de Galilea, donde Él tanto enseñó a los 12; caminar toda la noche por el desierto, dónde Él se retiró 40 días y 40 noches; ir a Misa y comulgar en Nazaret, donde Dios se hizo embrión, dónde la Virgen recibió por primera vez el cuerpo de Cristo en su propio cuerpo; besar el suelo de la gruta de Belén, donde nació; Recorrer con Él la Vía Dolorosa, desde el Pretorio, donde fue condenado a muerte, hasta el Calvario, donde pagó la cuenta de todo el mal que hacemos; renovar las promesas del bautismo en el Río Jordán, donde Dios mismo quiso ser bautizado por Juan; aprender de Él a abrazar la voluntad del Padre en el monte de los olivos; entrar y arrodillarnos en el Santo Sepulcro, donde Dios nos regaló la eternidad. Y deseando, sobre todo, Vivir, con mayúsculas, recibiendo de Él la Vida, con los pies descalzos, siendo libres, y con toda el alma.
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Gracias a todos los que lo organizaron, a los asistentes y a don Josepe @jpmanglano.
Miguel Piñas @mpinas94