Lucía, Fabio, Esther y Valeria no saben lo que les pasa. Viven en un desasosiego insoportable y llegan a desear, en ocasiones, que todo vuele por los aires. En estas páginas descubrirán las raíces de su malestar en ciertas heridas del pasado, profundas y todavía abiertas.
Con sus testimonios y el del autor, veremos cómo regresan a esos lugares oscuros de la memoria. Pero no lo harán ya solos, porque esos recuerdos dolorosos se convertirán en espacios de encuentro con Cristo.
Estas vidas corrientes y reales nos traen una noticia asombrosa: Jesús actúa, a través de la oración y del acompañamiento espiritual, como el gran terapeuta que cura por encima de las barreras del tiempo y del espacio.
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