No sé qué te ocurrirá a ti, pero este punto me tiene preocupado y por eso quiero que me ayudes.
La cuestión es la siguiente. En la catequesis de 1º Comunión insisto en que después de la Comunión hay que seguir viniendo a Misa dominical. Lo hablo también con los padres, pero a los pocos domingos después de la 1º Comunión los niños no vuelven por la parroquia. Cuando me los encuentro por la calle les pregunto y la respuesta siempre es la misma: padre es que mis padres ya no me llevan. Lo peor no es eso, sino que si alguna vez aparecen por el templo y vienen al confesionario a decir que les da mucha pena no poder venir a Misa el domingo se me parte el corazón.
Las preguntas son ¿Qué culpa tiene una niña de 9 ó 10 años de no venir el domingo a Misa si sus padres no la llevan? ¿Qué podemos hacer en la catequesis para que verdaderamente los padres se comprometan? No me gustaría recurrir a lo que un día me dijo un compañero sacerdote: si los padres no van a seguir trayéndolos a Misa yo les retraso la 1º Comunión hasta que puedan venir solos.
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