Impresionante novela, de las que dejan huella, por lo que se cuenta, por los protagonistas y por el modo de narrarlo. La autora es bisnieta de una ucraniana que logró sobrevivir a los planes estalinistas, que costaron la muerte o la deportación a millones de ucranianos, y emigrar a Estados Unidos.
Lo que oyó contar a sus antepasados y la documentación estudiada como historiadora han sido la fuentes de la novela. En capítulos alternos, nos cuenta la vida de Cassie, la narradora, que pasa por una tremenda crisis por el fallecimiento de su marido, en Wisconsin y en Illinois, desde mayo de 2004 a mayo de 2007, cerca de su madre y de Katya, la abuela; y la vida de esta, en Ucrania, desde septiembre de 1929 a julio de 1934, en unas circunstancias horribles, pues lo pierden todo y a casi todos sus allegados.
Al final, todo encaja y se desvelan los motivos por los que Katya era tan reticente a hablar de su pasado, sobre el que había escrito un diario que la nieta encuentra y logra traducir con ayuda de Nick, un bombero descendiente de ucranianos, otro personaje muy atractivo. La vida heroica de la abuela ayudará a la nieta a afrontar y superar la crisis que padece. Muy interesantes también los papeles de la madre de la narradora y de Birdie, la hija de esta.
Novela que es un homenaje a todos los ucranianos masacrados por los programas comunistas, y que ayuda también a entender un poco lo que está pasando ahora.
Luis Ramoneda. para Club del lector