Si preguntamos por este término en nuestra sociedad, la mayoría de personas lo relacionarán con abstenerse de mantener relaciones sexuales o no haber “perdido” la virginidad. Apenas conocemos con exactitud este concepto. O bien lo relacionamos con la virginidad o bien con la represión. Siento deciros que la virginidad es un concepto complementario, pero no es similar en cuanto a significado; pues la castidad también se puede dar en presencia de relaciones sexuales dentro de un matrimonio, al igual que se da en el celibato sacerdotal del que hace un tiempo nos habló D. Pablo.
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Es por eso que normalmente tenemos por castidad como reprimir un impulso, un deseo y… NO, no se trata de eso. Ni mucho menos la castidad debe ser represión o prohibición, sino decisión. Una decisión madura fundamentada en la pureza, el amor y la responsabilidad afectiva. Pues la castidad no es más que la orientación de todo acto afectivo hacia la entrega de un amor puro y comprometido para con la otra persona. Estaríamos en un grave error al considerar la castidad es algo negativo, pues se trata de una manera de vivir un amor mucho más entregado y comprometido con la otra persona. Relacionarlo con sacrificio y represión es verlo como algo negativo y prohibitivo, y esto es justo lo contrario: es hacer uso de nuestra libertad para encontrar en esta nuestra felicidad.
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¿Conocías bien el término de la castidad? ¿Tratas de vivirlo en tu vida? ¿Qué es lo que más te cuesta vivir de la castidad?
PD: La castidad no solo hay que vivirla en pareja o dentro de la vida consagrada, sino que también se puede hacer desde la soltería y esto ayudará a encontrar un novio/a que nos quiera por lo que realmente somos.
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Gracias Álvaro @ft.alvarito27 @psico_sofos