Somos personas en un cuerpo. El cuerpo tiene la misma dignidad que la persona: infinita. Y merece ese mismo respeto.
Muchas veces he escrito sobre esto cuando comparto reflexiones sobre las relaciones sexuales: el respeto al cuerpo propio y ajeno es fundamental cuando hablamos de sexo.
Hoy quería plantearos otro punto de vista: llega el verano y, con el buen tiempo, nuestro cuerpo está más expuesto. Ropa de verano, trajes de baño 🩳🩱, biquinis 👙… no son lo mismo que abrigos y bufandas 🧣
Me gustaría animaros a que apreciéis 😍 y respetéis vuestro cuerpo: en este mundo de la imagen, muchas personas sienten inseguridad 😒porque su cuerpo no encaja con los modelos ideales que presentan las redes. Pero son eso -ideales-, no porque debamos tenerlos como ejemplo a alcanzar, sino porque no existen, porque no son reales y auténticos. Sé que no es fácil, pero este verano procura sentirte a gusto con tu cuerpo: tengas la edad que tengas, tengas el peso o figura que tengas, tu cuerpo vale tanto como tu persona así que tiene un valor infinito. Cuídate en todos los sentidos: no tienes que esconderte, haz las paces con tu imagen, los que te quieren ven en ti todo lo bueno que tienes por fuera y por dentro.
También cuídate y no te expongas para que te miren como un objeto a analizar; tú vales más que el oro, hazte respetar y enseña a los demás a mirarte bien, a mirarte como una persona y no sólo un cuerpo, porque tu persona es inseparable de tu cuerpo. Valora tu intimidad también al pensar qué vas a colgar en redes; no entres en un juego absurdo de competición por estándares imposibles; valora con quién quieres compartir -o no- tu cuerpo en fotos. Disfruta del verano y, si no estás a gusto con algo, no lo hagas porque “lo hace todo el mundo”. Sé original, que ya lo eres, porque eres único e irrepetible.