¿Una Fe a mi manera? 🤔

Catequesis

Es muy cansado que la gente eche en cara eso de que Jesús acoge a todos y bla bla bla. Es cierto, nos acoge para proponernos y darnos la oportunidad de reconocer su amor, pero no obliga a nadie a seguirle. Él invita, pero no se arrastra delante de nadie rebajando expectativas.

Basta leer el pasaje del joven rico, o el final del discurso del pan de vida donde muchos se marchan. Jesucristo nos da a Su Iglesia para que caminemos en ella. Peor o mejor, cumpliendo más o menos, pero no negando su doctrina, que es la de Cristo. La Iglesia propone e invita al seguimiento de Cristo como hace Cristo mismo, pero no viene como Paco con las rebajas. La Iglesia es Madre, pero tampoco una madre retiene a su hijo si quiere marcharse. Y ella, con lágrimas en los ojos lo ve marchar, como Jesús al joven, como el padre al hijo menor.

La Iglesia te invita a caminar por el camino de Cristo, no por el que a cada uno le da la gana. Con paciencia, con Caridad explica y acompaña para poder seguir a Cristo, para responder a su invitación. No vale contratar la ruta del bacalao para exigir la del percebe.

Lo de «a mi manera» es cosa de Sinatra y parece que ha calado. Acoger la fe de la Iglesia exige humildad y ponerse en camino en el seguimiento de Cristo según Él nos lo ha comunicado a través de la Iglesia, porque Él ha querido que así fuera. Dentro de esa Fe hay una legítima pluralidad pero que para nada tiene que ver con las enseñanzas perennes y definitivas de la Iglesia. El primer pecado fue el de soberbia, hacer las cosas de Dios sin Dios. Queremos ser dioses, decidir a nuestro antojo, ser absolutamente autónomos.

Pidamos al Señor que fue obediente hasta la muerte y muerte de cruz que nos dé esa mansedumbre para acoger lo que dice la Iglesia, con humildad y sumisión filial. Terminaré con la frase que canta la «madre» de Rapunzel en Enredados: «Madre sabe más».

P. Pablo Pich