En esta entrevista conocemos un poco más sobre Arturo Sancho, joven católico que ha ido recuperando y reavivando su fe, porque nunca ha perdido el sentido trascendente de la vida. En este momento siente la paz, la tranquilidad, de que el trabajo está hecho. «El beso de Dios» era una misión y está cumplida. Mientras siguen llevando el filme a todos los rincones posibles, Arturo reconoce humilde que la película no le he cambiado en su forma de ser, pero sí que ha sido definitivo para enseñarle a vivir más profundamente el misterio de la Eucaristía. «Un misterio que -asegura- nadie debería dejar de conocer».
Magnífico testimonio ofrecido por Mater Mundi