Un libro delicioso en el que un joven veterinario rural narra el comienzo de su carrera profesional en Inglaterra. Novela autobiográfica de James Herriot, quien narra sus experiencias como aprendiz en la consulta de un excéntrico veterinario. Una mirada al interior de un hombre, cuyo amor desmesurado por los animales le llevaba a perder toda consideración por las personas.
Lleno de humor y de anécdotas sencillas y simpáticas. La «microhistoria» de la veterinaria en los años 30 nos abre una ventana a las personas normales, con sus defectos y virtudes, con una visión positiva de la vida y muestra un profesional que ama su profesión, con sus pequeños éxitos y fracasos.
Reseña de Julio para Club del lector