Novela breve sobre la vida aislada en la naturaleza, las relaciones familiares y la educación de los hijos. Ambientada en un pueblo de Pensilvania en la década de los 80, la trama está protagonizada por la familia Miller: Bob, Liz y su hijo Tommy, que va a cumplir ocho años. Los tres viven en una granja apartada del pueblo, a unos cinco kilómetros, sin coche, sin electricidad, sin teléfono; cultivan su propia comida, tejen sus jerséis y mantas, cuidan de los animales y apenas utilizan el dinero (unos 343 dólares al año), ya que los materiales que les faltan en sus quehaceres cotidianos los suelen conseguir mediante trueque. Cuando Bob regresó del ejército (diecinueve años atrás), decidió forjarse su propio futuro alejado del mundo y construir su paraíso personal: compró cinco parcelas de tierra fértil, construyó una casa y sembró 45 bancales en forma de herradura en torno a ella. Hace doce años, Bob se casó con Liz y luego tuvieron al pequeño Tommy que ha culminado su mundo creado, perfecto, utópico. Aunque se habían planteado la escolarización en casa, finalmente Tommy va todos los días al colegio del pueblo y ya está en 2º curso: este proceso de socialización le ha supuesto comprobar que su vida no es igual que la de otros niños de su edad.
El relato está narrado en primera persona por el padre, Bob, que reflexiona sobre su vida y sus logros, él se considera un genio y lo que hace le parece hermoso y útil, orgulloso de su trabajo, y envanecido por haber logrado un mantenimiento abundante, rico y barato para él y su familia. Especialmente, está satisfecho de su hijo, un buen chico, entusiasta y abierto; pero, al verlo crecer, comienzan sus dudas: ¿estará siempre dispuesto a dejarse guiar?, ¿es suficiente con darle ejemplo? Por otra parte, su esposa, Liz, ha iniciado un despertar espiritual: desea ir a la iglesia pentecostal todos los domingos, participar de los oficios y rezar todas las noches, movida por sus deseos de salvación y de amor de Dios. Ella ha comenzado una búsqueda, una necesidad de Dios en su día a día, que a Bob le incomoda porque rompe el ritmo de su vida diaria. Finalmente, cuando Tommy destroza dos juguetes en el colegio, dos muñecas nuevas, a su compañera negra Annabel Harris, quizá por ideas racistas, quizá por envidia de sus juguetes, quizá por una especie de venganza, el mundo utópico de Bob se tambalea y se siente atacado por todos aquellos que censuran “nuestro modo particular de vida”.
Con un estilo elegante y preciso, unido a unas maravillosas descripciones del inmenso paisaje americano, de sus bosques y lagos, la autora, Jane Smiley, profundiza en los sentimientos y en los pensamientos más profundos de sus personajes. Como afirma la crítica, la complejidad emocional y moral que confiere a sus personajes la confirman como una gran autora, que sabe explorar con enorme lucidez los intrincados laberintos de la vida conyugal y familiar contemporánea. La editorial Sexto Piso ha publicado en los últimos años otras dos novelas de esta autora, La edad del desconsuelo y Un amor cualquiera, ambas muy bien recibidas por la crítica y los lectores.
Reseña de Ana María Díaz Barranco para Club del lector