El destino de Rocío Fumanal cambió totalmente tras sufrir un accidente de coche cuando se disponía a colaborar como monitora en un campamento juvenil de verano. Tras el accidente quedó parapléjica y se ha convertido en todo un ejemplo de fortaleza.
Ha estado hospitalizada durante 8 meses en el hospital de parapléjicos de Toledo donde ha dejado huella. “Una chica entró con un cáncer de médula, nos hicimos como hermanas. Antes de morir, se bautizó, se confirmó e hizo la comunión. Dios me puso a su lado”, leemos en un artículo que ha publicado Fundación Carf.
“Como católicos, sabemos que Dios tiene una historia para cada uno. Nos manda baches para que confiemos en Él y para que seamos ejemplo”.
En el hospital testimonió su fe y a todos les habló de CARF y la labor que hace la Fundación por sacerdotes y seminaristas de todos los continentes. “Conocí CARF en el viaje que organiza a Roma. ¡Qué importante es que los sacerdotes reciban una buena formación!”, afirma.
Menudo testimonio de esta valiente que ha sufrido enormemente que es todo un ejemplo de superación y confianza en Dios.
El artículo completo en este enlace de la Fundación Carf