Juanjo y Sabine y sus cuatro hijas iban a ir a Torreciudad para celebrar los 60 años de matrimonio de los padres de él. Pero la mañana anterior encontraron flotando en la piscina a su hija pequeña, Natalia de 2 años.
Te puedes imaginar el momento de dolor y más teniendo en cuenta que no saben cuánto tiempo estuvo en el agua. Pero dos personas con algunos conocimientos de reanimación, hicieron lo imposible por tratar de salvarla. A su alrededor «todos empezamos a rezarle a la Virgen» continúa Juanjo. La pequeña fue trasladada en helicóptero hasta un hospital a Zaragoza y con sorpresa de todos, fue reviviendo acompañada del personal sanitario, que no acaba de explicárselo, y también acompañada por la oración continuada de familiares y amigos, siempre de la mano de la Virgen.
Nuestra Madre lo hizo posible y la familia unida pudo asistir a una Misa de acción de gracias.
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