El otro día fui a una a la parroquia y había un cartel que ponía: «Cerrado por vacaciones». En letra pequeña decía que desde el 1 de julio hasta el 31 de agosto sólo había una Misa los domingos.
En esos momentos pensé: ¿Qué empresa cierra dos meses? Los sacerdotes, como todos, tienen derecho a un merecido descanso, pero ¿dos meses? Un parroquia es un imán de problemas, buscar y resolver dificultades, tranquilizar las conciencias. Para muchos es un refugio contra los agobios, renovar las ilusiones, avivar las esperanzas.
Es evidente que hay una crisis de vocaciones y que, en cierta medida es responsabilidad de todos, y que se solucionarían los problemas de nuestras parroquias con un buen número de nuevos pastores. Pero también ayudaría si cada uno de nosotros rezara para que los que hoy cuidan de nuestras almas fueran y sean cada día más generosos en el desempeño de su labor sacerdotal.
¿Rezas por los sacerdotes para que sean muy santos? ¿Rezas para que haya más vocaciones?