«YO SOY LA VID Y VOSOTROS, LOS SARMIENTOS. Sin mí no podéis hacer nada».
Señor, cuanto antes asuma esta advertencia de amor que hoy me regalas, antes compartiré contigo mi experiencia de vida.
Dame fuerza de amor, ‘impetu amoris’, concédeme la fortaleza grande que necesito para saber dejar espacio a tu Gracia en mi corazón, para vaciar el centro de mi alma, y que finalmente lo ocupes Tú. Por los siglos de los siglos. Amén.