Posiblemente muchos no conozcáis a Miriam Fernández. Estaba yo un día viendo el programa de televisión «La Voz» y salió una chica guapísima pero que tenía tal dificultad para andar que iba con un andador y cantó sentada. Fue espectacular, una maravilla, pero lo mejor era la dulzura y felicidad que transmitía.
Miriam tiene parálisis cerebral, nació así, pero para ella no ha sido ningún obstáculo para hacer frente a la vida. Quería cantar y hasta, no hacerlo bien, no paró. Tiene premios en natación, es actriz y conferenciante. Una luchadora nata. Para ella el «no puedo» no existe.
Lo tiene claro, la felicidad es una decisión que hay que tomar a diario y luchar por ella.
Sus padres biológicos, con los que tiene una buena relación, la dieron en adopción cuando tenía 6 meses y ha tenido la suerte de tener unos padres adoptivos que han tenido una confianza ciega en ella. Por eso es alegre, luchadora y optimista.
No contenta con ser cantante, actriz y conferenciante, acaba de publicar su primer libro: «Los cometas de Miriam». «El amor me ha salvado tantas veces que ya he perdido la cuenta. Sin él no sé qué hubiera sido de mí, tal vez ahora no estaría viva», afirma Miriam en las primeras líneas de este libro.