Hoy, el Señor me regala la fortaleza necesaria para combatir a su lado todo tipo de enemigos del Bien. El Maligno, como dice Francisco recurriendo a San Pedro, es «como un león feroz que gira a nuestro alrededor» y nos acecha a cada instante. Por eso, necesitamos acogernos al poder de Dios, que hoy nos alienta y nos anima.
«El que no está conmigo, está contra mí». ¿Cuántas veces no he tenido lo que hay que tener, y no me he posicionado en cuestiones relacionadas con religión? EL Señor me exige mojarme, no le valen medias tintas. Lo contrario es tibieza y dice: «A los tibios los vomitaré de mi boca».
«SI yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros».