«Señor, si uno te ofende, ¿cuántas veces debes perdonarlo: siete?», preguntó Pedro al Señor. Jesús le respondió: «¡Hasta setenta veces siete!».
Hoy, Señor, nos regalas un pedazo más de tu sabiduría. Gracias por enseñarme que el perdón debe ser infinito. Debo perdonar al que me ha hecho daño tantas veces como se muestre arrepentido.
Que sepa imitar, Señor, tu compasión. Que no me pase como a ese imprudente criado, que no perdonó ni cien denarios. Expulsa todo el odio de mi corazón, todo rencor. Que solo haya espacio para tu Amor.