Hoy, el Señor nos invita a vivir pobre y humildemente el inicio de esta Cuaresma, de 2019. La Cuaresma es un camino hacia la victoria de la misericordia divina, que pone su base en tres pilares: la oración, el ayuno y la limosna. Los tres han de vivirse en lo escondido, que es donde ve el Padre que nos ama. Ojalá me atreva a dar testimonio, sí, pero no un testimonio sonoro o rimbombante, sino silencioso y humilde, para, con la Gracia, ser otro Cristo en medio del mundo.