El Bautismo del Señor es el último acontecimiento antes de la vida pública de Jesús y con él se termina el ciclo de navidad. Una navidad que habrá sido para cada uno de nosotros maravillosa.
La liturgia de la Iglesia nos invita a que profundicemos es en El bautismo del Señor. Un acontecimiento que, gracias a San Juan Pablo II, ha tomado para los cristianos una mayor relevancia porque quiso que fuera uno de los sucesos que contempláramos en los nuevos misterios luminosos, en los misterios de luz. Es curioso porque hasta ese momento solo parece que hubiera llamado la atención este pasaje de la vida del Señor a los mejores pinceles y a la Iconografía Oriental, pero es fundamental para nuestras vidas porque nos adentra en el Misterio de nuestro propio bautismo, de nuestro ser hijos de Dios en el Hijo.