Joe D’Ambrosio tiene ahora 56 años, hace 22 años fue condenado a muerte por un crimen que no había cometido y todo ese tiempo ha estado en el corredor de la muerte.
El informativo italiano avvenire ha hablado con él: «la fe en Dios y en mi inocencia me han impedido volverme loco».
En prisión conoció a un sacerdote que, además de ayudarle espiritualmente, confió en él y en su inocencia. Puso el caso en manos de unos abogados y, después de 22 años consiguió que lo declararan inocente.
Un día alguien me señaló con el dedo y terminé en el «corredor de la muerte». Dios me ayudó a salir de eso «. Ahora lucha por los que permanecen en el corredor de la muerte: «Les digo: sé fuerte, no te rindas, trabajamos para ayudarte»
Sobre este testimonio, que me parece muy bonito porque no sólo se dejó ayudar por Dios, sino que él ayuda ahora a los demás, puedes leer en este enlace de Avvenire