Durante estas semanas, se ha estado celebrando el Sínodo de los Obispos. Este año, se han centrado en los jóvenes. Esta celebración continúa hasta finales de este mes. El Papa ha querido escuchar a las peticiones y dudas que ellos han ido presentando. También los Obispos están dando respuesta a los deseos de algunos jóvenes.
El pasado viernes, el Obispo Auxiliar de Los Ángeles, Mons. Robert Barron, anunció que los jóvenes están hambrientos de misión. “Tienen hambre de involucrarse en la vida de la Iglesia y de estar en el campo anunciando al Señor ”, dijo el Obispo en la conferencia de prensa el 12 de octubre.
También se le preguntó por la «inclusión» de jóvenes con atracción a personas del mismo sexo en la Iglesia. Este aseguró que la aceptación y la llegada de estos jóvenes deben ir acompañados por una clara llamada a la santidad y a la conversión. “Es obvio que el primer paso de la Iglesia con estos jóvenes debe ser un acercamiento y decir: eres un hijo amado de Dios”, afirmaba el Mons. Barron. Además, comentó que la palabra inclusión es más bien un término «secular». “ Yo usaría la palabra «amor». La Iglesia extiende el Amor, y el Amor es querer hacer el bien al otro y, a veces, eso significa llamar a las personas a un cambio de vida”.
El sábado 13 de octubre se realizó una pequeña síntesis de lo tratado hasta el momento y, entre algunos aspectos, se destacó que el Cardena Omella dijera que “los jóvenes deben ser acompañados, no dirigidos”. No solo el sacerdote tiene que acompañar a estos jóvenes sino que la Iglesia la forman consagrados y laicos que pueden ayudar a estos. El arzobispo de Barcelona también añadió que el Papa Francisco se ha disculpado numerosas veces por los abusos sexuales cometidos en la Iglesia. “La forma en la que el Santo Padre se compromete a erradicar esta plaga es una bendición para todos”. Aunque no es solo una cuestión de la Iglesia ya que, según Mons. Omella, las estadísticas dicen que también ocurre dentro de las familias.