Perdona que estemos hablando tanto de fútbol pero ha empezado el balón a rodar y para nosotros también ha terminado la pretemporada. Muchos terminamos nuestros días de vacaciones y volvemos a casa con la ilusión de poder construir, como decía el Papa Juan Pablo II, la civilización del amor.
Nadie da lo que no tiene porque eso si nuestro propósito este año es enseñar a amar lo primero que tenemos que hacer es aprender.