Si te preguntan si quieres ser feliz la respuesta es obvia, ¡pues claro que quiero ser feliz! De hecho, hacemos todo en función de la felicidad que nos proporciona. Buscamos en todas las cosas ser felices, es nuestro fin último. Realmente, hemos venido aquí a ser felices, pero… ¿qué es eso de ser felices?
Aquí ya hay más controversia, a todos nos pueden hacer felices cosas distintas, pero nuestros gustos no reflejan la verdadera felicidad. No nos atrevemos a dar una definición de felicidad porque «cada uno tiene su idea de felicidad y hay que respetarla». Hoy no nos ponemos de acuerdo ni con esto. Pero ¿sabes qué? Hay una vía infalible que nos puede llevar a todos a la felicidad directa: ¡ENTRÉGATE! ¿Qué? Sí, sí, entrégate en todo aquello que hagas, deja de ser tú el centro de todas las cosas, ¡descéntrate!
Si quieres ser feliz empieza por darte a los demás, date, date sin reservas, sin excusas, sin miramientos, entrégate por entero y la felicidad vendrá por añadidura. Busca en primer lugar entregarte y la felicidad sera consecuencia de esa entrega, te lo prometo. Y ¿por qué? Porque estamos hechos para algo más, para Alguien más. Nosotros mismos no nos bastamos, nos quedamos incompletos con nuestra sola persona, por eso, tenemos que dejar de ser el centro, morir a nosotros un poco cada día para que los demás puedan nacer y crecer en nosotros, para que Él pueda vivir y descansar en nosotros. San Claudio de la Colombiere siempre pedía al Señor: «Señor, ayúdame al perfecto olvido de mí mismo».
Así de simple y de extraordinario. El gran secreto revelado. Si realmente deseas ser feliz empieza a vivir para los demás, deja de guardarte la vida para ti, para tus vacaciones, para cuando termines exámenes, para cuando tengas novia, para cuando tengas dinero, para tu jubilación… no hay excusas, empieza a ser feliz ya, aquí y ahora. No te reservas nada, gástate y desgástate y vive por algo o Alguien que realmente valga la pena. Que al final del día podamos decir «¡cansados pero contentos! Ha valido la pena entregarse, hoy soy feliz.» Si te cansas, que sea por algo grande, si te desanimas, que sea por algo grande, si vives, que sea para algo gigante.
¡Dios te quiere feliz! No lo olvides.