¿A qué reto nos enfrentamos este verano? ¿Cuál es el desafío que debo afrontar?
El Papa Francisco nos lo indica en la última Exhortación: Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada. El desafió es ser santos porque la santidad no es, como muy bien sigue diciendo el Papa, un reto para los obispos, sacerdotes, religiosas o religiosos sino que es un reto para todos.
Todos tenemos un corazón para querer, para amar. La santidad no es otra cosa que ser capaz de amar: ama y haz lo quieras; que -como también dice el Papa Francisco- no es otra cosa que la estatura que Cristo alcanza en nosotros, en nuestro corazón.